Los tres reyes magos que fueron a glorificar al Maestre Jhesú eran, simbólicamente,
los representantes de los tres grandes aspectos del esoterismo:
la Astrología, la Magia y la Alquimia.
A poco de comenzar la era de Aquarius (1948), las nociones populares que existen de tales conocimientos trascendentales están sumamente deformadas.
Sobre los falsos astrólogos ya he hablado; acerca de la Magia,
sólo se conoce una derivación muy indirecta de la misma,
que es la magia de espectáculo; y, referente a la Alquimia,
sencillamente se piensa que se trató de las primicias de la química cuando muchos medievales pretendieron transmutar el plomo en oro.
Con respecto a la Astrología, la podríamos comparar con un mapa que fuéramos a usar en un largo viaje a una tierra desconocida.
A través de este saber haremos un estudio previo exhaustivo de nuestras tendencias psicológicas, a fin de ver cuáles son beneficiosas para lograr la meta que pretendemos;
y, también, para calibrar nuestros defectos internos en comparación a las experiencias
que se nos van a presentar en nuestro largo trayecto.
Aparte de ello, el mapa nos ayudará a fijar el punto de partida, los caminos posibles a recorrer
y los lugares de llegada o metas.
En caso de que se presentaran complicaciones sobre la marcha,
el plano nos sería útil en el planteamiento de una nueva situación.
La palabra Magia viene de magister, magisterio o maestría y se refiere, en esencia,
al dominio sobre las fuerzas y energías ante las que nos vemos durante nuestra vida.
Tales potencias son internas y externas, es decir, pertenecientes tanto al yo como al ambiente.
A través del desarrollo de la conciencia, por medio de la asimilación de las experiencias
y del ejercicio de nuestra voluntad, poco a poco vamos siendo generadores de causas y no, únicamente, receptores inconscientes de efectos.
La individualidad se va desarrollando y, con maestría, el ser humano usa las fuerzas naturales, poniéndose a favor de la corriente evolutiva ascendente.
Como manifestación de la ley de polaridad, ciertas personas usan la magia para fines egoístas (magia negra) dentro de lo poco que le permite el propio Plan Cósmico Universal,
pero estos "poderes" acaban por desequilibrar a la persona tarde o temprano.
La verdadera Magia Blanca o, también, Magia Neutra, se basa ante todo en el desarrollo
de la conciencia y en la sublimación de las facultades humanas.
El hombre posee potencialmente una serie de cualidades por desarrollar que son en principio:
la voluntad, la autoconciencia, la salud plena, el equilibrio emocional, la sexualidad elevada, etc.
A través de este primer desarrollo o culminación de lo humano y consciente,
más tarde puede pasar al desarrollo de otras cualidades superiores (intuición, clarividencia, etc.), que no son sobrenaturales sino paranormales, es decir, que están dentro de lo natural
pero que normalmente se hallan dormidas.
Como se verá, esto que explico no se ha de confundir con los sistemas comerciales para salvar almas descarriadas, para conseguir la concentración mental por una notable suma de dinero o para dar poderes psíquicos a los que son débiles de voluntad y no tienen ningún interés por desarrollarla.
Es decir, si la Cosmobiología es el conocimiento de las fuerzas internas y externas,
la Magia es el dominio externo de tales energías constituyendo,
por tanto, la faceta más difícil y tardía del conocimiento esotérico.
Demos las gracias a que sea así pues, si no, los faltos de conciencia harían mal uso de ese saber. Las leyes no son tontas y por ello no ponen en manos del ignorante lo que
sólo puede manejar el Sabio.
Referente a la Alquimia, hay que decir que su verdadero fin es la transmutación del plomo (instintos) en oro (espiritualidad).
Es fácil deducir que la Iniciación no habla de reprimir los instintos sino de transmutarlos y transformarlos.
Como se explicará mejor en el apartado "Cosmobiología y Yoga" el plomo se asimila astrológicamente a Saturno y a la base de la columna vertebral mientras que, el oro,
tiene analogía con la parte superior de la cabeza y con el Sol.
Transmutar el plomo en oro quiere decir transformar la pasión en ideal y lo animal
en humano a través de procesos bien estudiados
El Yoga es el sistema alquímico por excelencia pues, al ser asequible a todas las edades
y temperamentos, constituye un sistema neutro, es decir, que no canaliza a nadie sino que,
por el contrario, da a cada cual mayor libertad en el verdadero sentido de la palabra.
A través de técnicas físicas, psíquicas, mentales y de la voluntad, se consigue equilibrio y mayor desarrollo de las capacidades humanas, facilitando el arduo camino que va de la semiconciencia a la supraconciencia.
En resumen, a través de la Cosmobiología estudiamos la calidad y los ritmos de las fuerzas
a las que estamos sometidos; por medio de la Magia,
ejercemos un mayor uso y control de las energías ambientales; y,
por último, mediante la Alquimia, investigamos, perfeccionamos
y fortalecemos nuestro ser interno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario