Despierto con una multitud de palabras y ellas se van corriendo
como si fuera una eterna huida para no ser escritas en ningún lado.
Entonces, camino rápido hacia aquel verde, me siento debajo de mi espacio y empiezo a escribir y escribir y escribir.
Escribo como si fuera un viaje interminable,
como si supiera que voy a morir.
Y recuerdo que me acusan de que hablo y pregunto mucho.
Pude haber nacido mudo, pero nací con preguntas.
Me gustaría quedarme callado para siempre
y dedicarme a hablar con mi blancos privado.
Pero no será posible.
El viento que me habita se llevará mis manos.
Y cada una de mis hojas escritas, se transformarán en viento.
Sentires volando con imaginación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario