Tengo un vago recuerdo de la ropa tendida
en el fondo de casa
y una joven muchacha perfumando a vainilla
los orondos manteles y las servilletas blancas.
Cierro los ojos me parece que canta
con un tono bajito de nostalgia cansina,
chacareras y zambas;
bendecida mirada que mis días de entonces,
con amor primerizo,
cobijaron por siempre repitiendo su nombre,
y la niña del cuento que me dice al oído:
en el fondo de casa
y una joven muchacha perfumando a vainilla
los orondos manteles y las servilletas blancas.
Cierro los ojos me parece que canta
con un tono bajito de nostalgia cansina,
chacareras y zambas;
bendecida mirada que mis días de entonces,
con amor primerizo,
cobijaron por siempre repitiendo su nombre,
y la niña del cuento que me dice al oído:
“si me pierdo en la noche...
en cifrado silencio, dí que vienes conmigo”...
en cifrado silencio, dí que vienes conmigo”...
No hay comentarios:
Publicar un comentario