viernes, 22 de junio de 2012

Paradojas que no lo son: coincidencias de barajas...

Es un hecho conocido por la comunidad mágica que:
Si se mezclan dos barajas de cartas y a continuación se reparten simultáneamente las cartas de cada una de ellas, se observa que un gran porcentaje de las veces hay al menos una carta que ocupa la misma posición en las dos barajas.
La gracia está en determinar qué significa un gran porcentaje de las veces.

 En libros de magia se pueden leer cosas como:
 "A veces no sucede a la primera pasada de cartas y es necesario volver
 a barajar y empezar por segunda vez. 
Nunca, sin embargo, se necesitarán más de dos intentos 
para obtener este resultado". 

¿Seguro?
 Vamos a ver cuál es la probabilidad de que se produzca la coincidencia planteada. Adoptaremos una aproximación de suspense y no de sorpresa,
 así que adelantamos que la probabilidad de que al mezclar dos mazos 
de cartas (da igual españolas que de póquer o que mezclemos dos paquetes iguales de 13 cartas) haya alguna carta en la misma posición
 en los dos mazos es muy cercana a 

De hecho, es cierto el siguiente resultado.
Teorema: 
Dados dos mazos idénticos de  cartas mezclados, la probabilidad de que alguna carta esté en la misma posición en los dos mazos es exactamente 


Observemos que :

 


Pues tenemos una serie alternada con términos que disminuyen 
en valor absoluto.
 Entonces el teorema nos dice que la probabilidad de coincidencia 
es  con un error más pequeño que 
Luego para  grande (digamos a partir de 10, por ejemplo) la probabilidad de que alguna carta coincida en la misma posición es  con un error pequeñísimo, no dependiendo la probabilidad apenas de  
(el número de cartas de cada mazo), lo cual podría ser también poco intuitivo (al menos a mí no me parece muy intuitivo).
 Observemos también que es curiosa la frecuencia con la que aparece
 el número  en contextos inesperados.

 Vamos a demostrar el teorema.

Demostración:
 Una vez mezclados los dos mazos, decimos que el orden de las cartas del primero de ellos es el bueno. 
La primera carta es la carta 1, la segunda es la carta 2 y así sucesivamente. Entonces, considerando las cartas del otro mazo con esta numeración,
 es como si hubiéramos mezclado un mazo con cartas numeradas
 
 y nos preguntáramos si habrá alguna carta
 en la posición que coincide con su número.
Una permutación que no deja fijo ningún elemento se llama desbarajuste. Nosotros estamos interesados en la probabilidad de que una permutación
 de "n" no sea (o sí sea, igual nos da) un desbarajuste.
 Como sabemos de sobra, el número de permutaciones de  elementos
 es 
. Calcularemos el número de desbarajustes usando 
el principio de inclusión-exclusión.
El principio de inclusión-exclusión (abreviado con las graciosas siglas PIE)
 no es otra cosa que la generalización del hecho de que el número de elementos de la unión de  y

  es el número de elementos de   más el número de elementos de 
 menos el número de elementos de la intesección de  y 

 (como la intersección se cuenta dos veces al sumar los elementos de  y 

  hay que restarla una vez). 
El PIE nos dice que cuando tenemos uniones de más conjuntos, tras sumar 
los elementos de cada conjunto y restar los de las intersecciones de dos, 
hay que sumar luego las intersecciones de tres, restar las intersecciones 
de cuatro, sumar las de cinco...
Con eso en mente, es fácil calcular el número de desbarajustes de  elementos. 
Si llamamos   al conjunto de las permutaciones de  elementos
 con el número  en la posición  
 el número de desbarajustes de elementos será  


Luego, el principio de inclusión-exclusión nos dice que:


Así, la probabilidad de que una permutación sea un desbarajuste es


que es lo que queríamos probar. 
Por lo tanto, para mazos con un número de cartas no muy pequeño,
 la probabilidad de que ninguna carta coincida en la misma posición
 es muy cercana a 

La probabilidad de que realizando dos veces el experimento
 ninguna coincida es muy cercana a 


(que no es exactamente nunca). Y así sucesivamente.