¿Acaso los trazos no son sino el oxígeno que nutre a los signos?
Más, es también la arquitectura del signo.
La dialéctica olvidada.
Cuando los signos adquieren categoría propia -señales, letras, símbolos, dibujos- el trazo permanece en la penumbra de su pasado.
La definición de los signos es, en realidad, el triunfo del trazo.