
Me veía con Alicia en un pasaje del viejo parque Lezama, lindando con la iglesia Ortodoxa Rusa , delante del espejo.
¿Qué pasaría si de repente el cuadro que estaba admirando me permitiera atravesarlo? ¿Me encontraría con una realidad distinta a la mía?
Sin pensarlo más me precipité con ella contra él y todo se volvió oscuro. Me desperté y no podía creerlo. Estaba en el suelo del museo rodeada de gente y una señora diciéndome:
-No te muevas, que te has dado un señor golpe.
Se me ha ido la olla, pensé. Pero había algo extraño en aquel escenario. No podía ser... ¡me veía a mí mismo a través del cuadro! Y con ella a mi lado, Alicia de Barracas.
Adolfocanals@educ.ar
Sin pensarlo más me precipité con ella contra él y todo se volvió oscuro. Me desperté y no podía creerlo. Estaba en el suelo del museo rodeada de gente y una señora diciéndome:
-No te muevas, que te has dado un señor golpe.
Se me ha ido la olla, pensé. Pero había algo extraño en aquel escenario. No podía ser... ¡me veía a mí mismo a través del cuadro! Y con ella a mi lado, Alicia de Barracas.
Adolfocanals@educ.ar
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