- Te lo juro. Noté cómo algo me agarraba y me desplazaba por el aire a velocidad de vértigo.
- ¿Serían extraterrestres?
- No lo sé, lo que sé es que en menos de dos segundos contemplé el suelo desde tanta altura que reconocí perfectamente la frontera que delimita la Zona Gris. Y qué velocidad…
- ¿Qué pasó después?
- Me bajó tan rápido que vi pasar toda mi vida en un instante, pero cuando creí que iba a estamparme, me depositó con suavidad en las Tierras Verdes. Todavía me mareo al recordarlo.
- Ya…
- ¿No me crees?
- Creo que eres un soñador, y que nos quedan todavía dos kilómetros para llegar al campo.
- Dos kilómetros… tardaremos años…
- (Creo que en lugar de comer lechuga, ha tomado por demás) - (Creo que fue cosa de los Marcianos)
En una ocasión, estuve a punto de pisar un caracolito errante, extraviado en una calle muy transitada. Lo agarré con cuidado y lo deposité en un jardín.
Me pregunto qué pensaría aquél caracol en ese momento.
Adolfocanals@educ.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario