lunes, 8 de septiembre de 2008

Tus alas.



"Donde lloran las gaviotas
vamos juntos a llorar
no te preocupes no se te nota
que no sabes encajar
"
-Andrés Calamaro-


En el tejado, justo al costado de una chimenea que te cubría por completo, 
dejaste caer tuss alas.
Nadie te vio, pero lloraste por ellas.

Tus alas húmedas, agobiadas, inútiles, a punto de aplastarte...

Te las hubieras arrancado, las hubieras tirado desde lo mas alto del techo, las hubieras desplumado y te hubiera hecho un almohadón para tirarte a descansar y olvidar que a veces con ellas vuelas.

Te quedaste mirando tus alas de papel glacé que son un fiasco, aunque sus colores son bonitos. En ocasiones te gustan, se ven preciosas, sobre todo cuando se abren en el cielo y dejan tras tu paso una estela parecida a un arcoiris; pero si las toca una lluvia finita, las arruina.

Te quedaste mirando tus alas de azúcar, son dulces, blancas, tibias, pero ¡ay, si se mojan! se desintegran en el acto, se caen a pedacitos y te vienes en picada.
Tus alas de miga de pan, son otro desastre; ellas si se mojan un poco, se hinchan, entonces se creen invencibles, gigantes, se vuelven pesadas y te condenan al trabajo forzado de volar y volar todo el tiempo.

¿Y tus alas de plastilina? Esas sí que son de no creer, se deforman a medida que remonto vuelo, son alas tan surrealistas que ni las entiendes.
Tus alas de telgopor, son frágiles: al menor viento se parten en pelotitas volátiles y  tienes que caer con ellas, en medio de esa nieve ficticia y estrellarte cada vez.
Y ni hablar de tus alas de metal, terminan siempre oxidadas porque olvidas su cuidado y terminas colgada en los cables de luz provocando cortocircuitos.

Por eso siempre terminas con tus alas de piel y hueso.
Minúsculas, estrechas, absurdas, sin pretenciones de nada, pero que siempre al abrirse, te rescatan.

Tus alas truncas, brazos vanos son lo único que te queda cuando la luz se apaga y el cielo es solamente un inmediato y pequeño cielorraso...
 
no tendrán que buscar otros vientos ...
 
más altos o colores en ellas.

adolfocanals@educ.ar

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