El cielo se apaga
Bajo el peso del plúmbeo y ajado infinito
Mientras gotas de tristeza,
Último regalo de las alturas,
Se deslizan por el rostro,
Siempre desconocido,
De mil semblantes marchitos.
Y yo espero, observo,
Mientras el tiempo pasa,
Reteniendo en mi memoria
Infinitas horas eternas.
Dejando que el tiempo se pierda,
gritando con una garganta seca,
Mientras yo también lloro
Con lágrimas ya secas,
Mirando, solitario...
Cómo se extinguen los soles.
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