sábado, 9 de febrero de 2013

Non cogito, ergo sum ... (25317)

Observo hace horas una hoja vacía. 
A pesar del esfuerzo por escribir algo nuevo, no logro gestar una idea, mi mente está en blanco. Entonces, recuerdo el planteamiento filosófico de Descartes,
 por el cual afirma su existencia (y la de todos los hombres) por el simple acto de pensar.
 ¿Acaso habré dejado de existir?
 Sin embargo, noto que, aun en los casos en que mi mente se vuelve perezosa,
 existe en mí un ser que podría pensar en algo, pero elige no hacerlo. 
Puedo argumentar entonces que, aunque no pienso, existo.
 Ergo, Descartes no existe.